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Arquitectos: Aristides Dallas Architects
- Área: 150 m²
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Fotografías:Panagiotis Voumvakis
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Proveedores: Alumil, Design Plaza, Mapei
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa en Tinos, inspirada en las cavidades y salientes de las rocas, emerge del paisaje natural como una cueva hecha por el hombre, recreando puntos espaciales de exposición e introversión. La entrada se encuentra en la parte trasera del volumen, a través de una grieta en el suelo, mientras que diferentes cortes en el techo permiten la entrada de luz y aire. El agua de la piscina contrasta con la textura rocosa del hormigón crudo como traducción de las interacciones entre elementos naturales.
Una única losa de hormigón, plantada de forma que parezca una extensión del paisaje, cubre los tres volúmenes de construcción de la casa y da forma a las cualidades arquitectónicas individuales del espacio abierto y cerrado de la residencia. Los dos volúmenes que sobresalen de la losa perpendicularmente entre sí constituyen los espacios privados, un dormitorio y una casa de invitados. En el mismo volumen hay un espacio semi-exterior protegido que enmarca la vista al tiempo que ofrece refugio, a petición del propietario.
La cubierta que se funde con el suelo en un lado, se convierte en un gran voladizo por el otro, estableciendo su apariencia como un elemento estructural muy innovador. De esta manera, en el espacio central bajo la losa, se forman las zonas comunes. Perfectamente conectado con el interior de la casa, este voladizo de hormigón ofrece un amplio espacio habitable semi-exterior, que puede ser el lugar más atractivo durante el período estival. La tensión del volumen es enfatizada por la forma lineal de la piscina que sale de la pendiente y conduce la perspectiva hacia el horizonte.
La paleta de colores utilizada surge del color de las rocas, mientras que la materialidad y las texturas del hormigón realzan el volumen con la vista. Por lo tanto, el objetivo del proyecto es lograr un camuflaje en el paisaje manteniendo una presencia dinámica en sí mismo. Abrazando esta idea de fusión con las formas del terreno que lo rodea, el edificio insta al habitante a vivir con una conexión absoluta con el paisaje de Tinos y con la naturaleza en su conjunto.